sábado, 1 de marzo de 2008

Razones por las que considero correcto que no me caiga bien la gente que viaja en el metro en general salvo honrosas excepciones

Ya tenía escrito este espacio. Ya estaba completamente listo: era un texto sobre lo nefasto de la audiencia en los dos conciertos de Bob Dylan a los que pude ir, pero luego vi que era demasiado intenso, demasiado incluso para mí (y ya es decir), y sabía que tenía que censurarlo, pero como me caga la censura, entonces dejo aquél intacto, mejor escribo otro y resumo ese con estas palabras: pinche gente farola mierdera, pinches posers asquerosos que comparan la música de Dylan con Roger Waters (que alguien les diga la diferencia entre el folk o blues y el rock progresivo), pinches chemos que bailan las canciones de Dylan como si fuera reggae (el concierto era de Bob, pero Dylan, no Marley), pinches viejas que van a un concierto de una leyenda viviente como si fuera una pasarela de modas y antes de entrar preguntan: "¿qué canciones canta este viejito" o "¿por qué no se le entiende lo que dice?"...

En fin, una vez desechada mi ira respecto a la audiencia del concierto de Dylan, prosigo al que he decidido que sea el tema de mi segunda entrega en EL RINCÓN DEL AMARGUETAS (sí, en altas porque así es el estilo): las razones por las que considero correcto que no me caiga bien la gente que viaja en el metro en general salvo honrosas excepciones.

Para facilitar la lectura de esta mega queja, he optado por separar cada una de las razones. Si hay alguna repetida, es porque la razón es tan poderosa que debo hacer hincapié.

  • Hay que bañarse... Un vagón megaatascado de gente es una alberca de olores, y aunque tal vez exista alguno agradable, entre la revoltura todo se vuelve asqueroso, y lo peor es la gente que apesta a sudor de axila ¡a las 7 de la mañana! No manchen, hay que bañarse o de perdido ponerse un poquito de desodorante, en esos casos me gustaría bañarlos con ácido sulfúrico y verlos gritar de dolor hasta que se les rompan las cuerdas vocales.

  • ¡Basta de piratería! Y no me refiero a los nefastos vendedores ambulantes, a los que puedo dedicar todo un blog de amargura sin fin, sino a toda la gente que se puede ver con sus sudaderas Abercrombie que no están madreadas (si esta ropa parece nueva es porque es pirata), o los jerseys de futbol, o las camisas Armandi, etc. Mejor usar genéricas y no andar de faroles (aunque claro, algunos no saben que su camisa Laiborne en realidad viene de Claiborne).

  • La gente que come en los vagones, ¡por favor! ¡tengan piedad! Es taaaan asqueroso, de verdad. Y luego hay unos que tienen la costumbre de chuparse los dedos mientras se meten el pedazo de pizza que no se comen ¡aaaaah! dan ganas de vomitar, me gustaría poder cortalos en pedacitos para luego dárselos de comer a los perros, que comen con más pulcritud.

  • Señores, los asientos son para sentarse, ¡no el piso! Es tan molesto que la gente se siente en el piso cuando el vagon está retacado. Me dan ganas de levantarlos de los pelos y estrellarles la cara contra el vidrio de la puerta hasta que se rompa y después exponer su rostro herido al golpe del vagón que viene a contraflujo a toda velocidad, nomás para ver qué pasa y para ver si así entienden.

  • No me interesa, ni a la mayoría de la gente, escuchar las conversaciones de otras personas. Deberían procurar hablar sólo entre ellos y no gritar como si quisieran que todo el vagón se enterara de que sutanita dejó de pagar los abonos en Elektra y la quieren embargar... es como para arrancarles la lengua a jalones.

  • En la puerta, para los que saben leer, hay un letrero que dice "Deje salir antes de entrar", ¿qué es tan difícil de comprender?, parece que hay que explicarlo con palitos. Ojalá que cada vez que un tipo intente entrar antes de dejar salir, pudiéramos recibirlo con un puñal en la mano, a ver si así, cuando lo tenga enterrado en el vientre, sigue empujando.

  • Si ya no cabes, ¡no cabes! ¿Por qué apretujar más a los que se transportan e impiden cerrar las puertas? Deberían apretarles pero la cabeza hasta que la mayonesa a la que llaman materia gris se les salga por las orejas.

  • Si no eres viejo, mujer embarazada, o discapacitado, NO tienes porque tomar el asiento de alguien que sí lo es cuando los vagones están llenos: ahí sí ni escrito está, LO PUSIERON CON DIBUJITOS, pero ni así entienden. A esos deberían dejarlos sentar en los rieles del tren para que estén cómodos cuando les pase por encima.

Hay muchas otras razones para quejarme del Metro, afortunadamente hay coches... pero ahí también hay "detallitos", de los que hablaré en otro espacio, porque ya me aburrí de escribir en este.

NOTA: Ninguna de las referencias de muerte las quiero en realidad, es sólo una reacción un poquito intolerante y amargada.

10 comentarios:

Chanfle II dijo...

Oye guey, ¿cómo sigues de las almorranas? jajaja.

Jorge Jair Melendez dijo...

Yo quiero agregar a tu lista a la gente que, yendo contigo, se pone el pinche aparatito de música, que ni a Ipod nano llega, y te ignora todo el viaje, desperdiciando la oportunidad de platicas aunque sea unos minutos. A esos, deberían meterles los audífonos por el culo y poner una canción de Slipknot a todo volumen para que le revienten las vísceras...

Ricardo Madrigal dijo...

Bueno de la llenadera del metro y de las defciencias que ha sufrido este servicio hay que agradecer al Gobierno de la Ciudad de México que lejos de mejorar la calidad de vida cada vez la empeoran más, hay miles de ejemplos pero aca el Amargo no soy yo y lo dejaré en manos de un experto, pero Marcelo Ebrad debería viajar un dia en metro para que se diera cuenta de todas las etupideces que hace, pero creo que ni así se daría cuenta ese retardado mental.

Ricardo Otero dijo...

En el concierto de Bob Dylan, una fila delante de mi, pero como a 10 lugares a mi derecha, una monita se movía como sólo había visto en documentales de Woodstock. Eso sí, no se quító la ropa.

Olis dijo...

Qué cosaaa!!!! Los olores (incluyendo los de sope, zope, patas, aliento y demás) son algo inevitable al viajar en el metro de aquí, de NY, de París o de Roma (y no me refiero a la colonia). Con esto me doy cuenta de que el mal gusto de los pobretones es universal...entre las camisas Versache y las lociones tres pesos, el very bad taste reina bajo tierra..o sobre tierra porque hay metros elevados...tampoco hay que discriminar.

FunkyPuma dijo...

jajaja

muchacho, me reí bastante de todas las verdades que pones

creéme que a la distancia y el tiempo extraño todo ese "folklore" de la ciudad de los palazos

por mi parte (aunque no me molesta pero es parte de ese folklore), la gente que lee los periódicos amarillistas (entrándole a rojos colorados) o sus libritos vaqueros pa cachondearse la imaginación, jaja

Anónimo dijo...

hay mi amargado favorito!! jejejeje te extraño

Dariela Urías dijo...

eso no es nada checate esta imagen del metro de Pantitlán...
http://hazmeelchingadofavor.com/index.php/2008/03/14/pasele-pasele-hay-lugares-hay-lugares/

Anónimo dijo...

No conozco el METRO.

Amarguetas_yam dijo...

No tienes idea de las carcajadas que me arrancaste con tanto sadismo ... creeme, te lei y me lei jajajaja ...

Saludos tocayo !